Puedo darte sin negociar un dedo de mi mano,
y si insistes la mano entera.
Puedo darte un trozo de mi cuerpo, para que lo uses,
para que lo rompas o lo tires si ya no te sirviera.
Te doy mi despertar tranquilo en el cantar de los pájaros,
mi hierbabuena, mis buenas intenciones,
te doy todas las canciones que canté en tu Clio,
te firmo todos los poemas, alguno que otro,
escribirlos no quisiera.
Te doy porque si, porque son solo cosas,
cosas sin sentido que sobran cuando no estás.
Porque me llenas de vida, me elevas en mi propia naturaleza
y conspiras contra mis miedos,
porque es así y me sobra todo lo que tengo,
parte de lo que soy y nada de lo que me das.
SergioMiramos
Pingback: Consejos para leer este blog – SergioMiramos